miércoles, 8 de octubre de 2008

No hemos vivido en vano


Y si al final de nuestros días,
cariño mío, nos damos cuenta que hemos corrido
sin freno para llegar a una meta incierta
jamás alcanzada...
¿Lamentaremos el tiempo recorrido?
Seguramente no, porque cada segundo
que hubiera estado contigo
pagaría con creces la incertitud de tu amor.

Y si un día el otoño cae sobre nuestros hombros
y un duro tiempo invernal nos enfría los pasos,
y el espíritu,
¿lamentaremos los besos que a escondidas nos dimos?
Ciertamente no, porque el calor de tus labios en los mios
es capaz de derretir mil tempanos de hielo y hacer correr
la sangre por mis venas a velocidad abismal.

Y si un día el olvido te toca la frente,
¿Lamentarás entonces cada recuerdo mío?
Definitivamente no, porque cada souvenir te parecerá un sueño repetido,
un déjà vu, de una vida pasada que seguro tuvimos y que vive en ti,
como un holograma nitido en cada una de tus celulas y tejidos.

No, cariño, no hemos vivido en vano.

No hay comentarios.: